Otra forma de entender el Casco Viejo
Bilbaíno
Pascual Molongua:"Estoy muy feliz como cantautor en Bilbao y no lo cambiaría por nada del mundo"
Mikel Lanzagorta I Unai Sarriugarte

“Agur potxola”. Un saludo que muchos bilbaínos reconocen a la perfección cada vez que bajan al Casco Viejo bilbaíno. Así es la manera de saludar que tiene Pascual Molongua, (1950 Guinea Ecuatorial). “Guineano de nacimiento aunque vasco de adopción”, muchos son los bilbaaínos que se paran a escuchar su música en la calle Correo. Desde Nino Bravo hasta Benito Lertxundi, pasando por canciones de cosecha propia. Nada se le resiste. Pascual es un artista de los que no quedan, de pico y pala; nada hace que se le borre esa sonrisa contagiosa.
¿Cómo fue su infancia en África?
La recuerdo bonita. Mi familia era de origen humilde. Nací en una casita a lado de la desembocadura del río Ekuku, en Guinea Ecuatorial cuando aún era colonia española. Ahí vivía con mis padres y mis abuelos además de mis hermanos, hasta que mis padres decidieron venir a España en busca de un futuro mejor para nosotros.
¿A Bilbao?
No, primero fuimos a Madrid. Viví 3 años en Madrid y uno en Pamplona, y cuando tenía 19 años me vine para Bilbao. Por eso siempre digo que me siento como un bilbaíno más.
¿Es muy querido en la villa, año tras año sigue siendo Baltasar en la Cabalgata de Reyes, acude a infinidad de actos, y estuvo a punto de ser pregonero de la Aste Nagusia?
Sí, un grupo de personas lo propusieron, pero al final no salió adelante. A mí me hizo mucha ilusión que pensaran en mí para una cosa tan emblemática, como ofrecer el pregón. Lo de Baltasar es algo que llevo haciendo desde 2003, fui el primer Baltasar negro, anteriormente los pintaban de negro. Disfruto mucho intentando sacar una sonrisa a los niños, esto es muy gratificante para mí.
¿Cuándo empezó esa afición por la música?
Me empecé a interesar por la música a los 5 años. De hecho esta afición por la música viene de familia. Mi abuela era la organista de la iglesia protestante de mi pueblo natal. Me pusieron de nombre Tata Ngombi que en guineano quiere decir “Padre de la guitarra”. Tras acudir unos pocos años a la escuela, me puse a trabajar en un taller pero nunca dejé de cantar. Cuando vine a España me propuse vivir de la música y en ello sigo. Me entusiasma mucho lo que hago, la música lo es todo para mí.
¿Cómo ha sido su carrera como músico en Bilbao?
Intentar ganarse la vida como músico es algo bastante sacrificado y duro, pero el público bilbaíno siempre me ha apoyado y confiado mucho en mí. Estoy muy feliz como cantautor en Bilbao y no lo cambiaría por nada del mundo. Todos los comienzos son duros pero todo esfuerzo finalmente trae su recompensa. En los 80 podía llegar a tener hasta 2 conciertos programados al mes. A principios de los 90, la cosa cambió y tuve que empezar a actuar en la calle.
¿Ha sacado algún disco a la venta en su trayectoria como músico?
No, pero hace unos 15 años saqué a la venta una cinta donde recopilaba mis canciones más famosas e importantes. Al principio las ventas fueron todo un exitazo, vendí acerca de 1000 cintas en dos meses. El público bilbaíno siempre me ha tenido mucho aprecio.
¿Cómo es el día a día de Pascual Molongua?
Nada del otro mundo. Me despierto pronto, sobre las 7- 7.30. Desayuno y suelo llevar a mis nietos al colegio. Después suelo hacer alguna que otra tarea del hogar y algún recado que otro. Sobre las 10.30 pongo a punto mi equipo musical y me dirijo hacia el Casco Viejo. Mi jornada musical comienza sobre las 11.30.
¿Cuánto dura su jornada?
Entre 6 y 7 horas, con media ahora para comer entre medias. A las 7 de la tarde más o menos suelo dar por finalizada mi jornada laboral. Las tardes noches suelo aprovecharlas para estar con mi mujer y mis hijos y leer algún libro. Procuro leer 3 o 4 libros al mes, la literatura me apasiona.
¿Por qué elige el Casco Viejo para cantar?
Es uno de mis rincones favoritos de la ciudad. Una zona muy transitada por turistas y bilbaínos. Al cabo del día pasa mucha gente por las 7 calles. Es una de las zonas más transitadas de la villa. Los comercios y los bares dan mucho ambiente a la zona y yo intento aprovecharlo.
¿Qué ruta recomendaría para alguien que no conoce la parte vieja del botxo?
Complicado (ríe). Recomendaría empezar por alguno de la Plaza Nueva como el Víctor Montes o el bar Bilbao, que son dos clásicos. Luego me acercaría a comer unas croquetas al Txiriboga de mi amigo Antonio, y acabaría yendo al Mercado de la Ribera a por algún producto bueno. Una maravilla como ha quedado el mercado.
Foto realizada por Zazpika