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Kepa Junkera: “Dentro de poco voy a sacar un pequeño homenaje a mi historia en el mundo de la música”

Unai Sarriugarte | Ane Villasante

Quién no ha escuchado alguna vez las melodías que transmite la peculiar trikitrixa de este bilbaíno. Kepa Junkera (Bilbao10 de abril de 1965) se ha convertido en una gran referencia de la música vasca estas tres últimas décadas. Visto queda que 21 álbumes hasta la fecha, no son suficientes. Tras plasmar infinidad de espectáculos en directo en ciudades como Nueva YorkParís Buenos Aires y colaborar con músicos tan dispares como JuanesAndrés Calamaro o Miguel Bosé, este bilbaíno sigue intentando conquistar los oídos de los vascos y vascas. Por ello sigue con nuevos proyectos en mente de cara al futuro.

 

¿Tiene buenos recuerdos de su infancia como bilbaíno?

 

Sí, por supuesto. Mi infancia fue en Rekalde y la verdad es que tengo muy buenos recuerdos. Rekalde ha sido un barrio muy especial para mí. Mis padres son de Rekalde, es un barrio que he tenido muy presente y a través de este barrio he conocido Bilbao. El año que viene voy a cumplir 50 años y en aquella época bajar al Casco o al centro era como viajar a otro mundo. Las distancias hoy en día han cambiado una pasada. Nosotros nuestra vida la hacíamos en Rekalde, rodeados de monte, familia y mucha tranquilidad.

 

¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo de la música?

 

Yo soy autodidacta, tuve la suerte de que mi aitite y mi amama tocaban la pandereta y en ese Rekalde tuve la suerte de escuchar ese sonido. Luego me interesó ese mundo de la pandereta y de la trikitrixa y un amigo me dejó una 

Foto realizada por Zazpika

pandereta muy vieja que tenía de un tio suyo y empecé a trastear con ella y a hacerla sonar. Mediante el grupo de danzas Beti Jai Alai de Basurto comencé a conocer un poco más el txistu, la alboka, las gaitas. Con trece o catorce años comencé a tocar en romerías y en fiestas. Posteriormente, con 19 años comencé a colaborar con grupos como Oskorri y empecé a preparar mis temas y a grabar. Dentro de poco voy a cumplir 35 años en el mundo de la música, así que imagínate… Es todo un placer y toda una aventura tocar un instrumento tan arraigado en nuestra cultura. Es un verdadero placer haber conocido tantos lugares y haber tocado con todo tipo de músicos. Estoy muy feliz la verdad.

 

Con el álbum que grabaste en 2003 ganaste un Grammy Latino al Mejor Álbum Folk. ¿Qué ha significado esto para su carrera como músico?

 

Lo grabé aquí mismo, en el Arriaga. Un escenario que es una pasada, una maravilla y tengo muy buenos recuerdos. Al final los premios y reconocimientos son algo inesperado. En mi caso siempre que me han dado un premio o un reconocimiento es algo totalmente inesperado y ha sido todo un regalo. Pero tu carrera lo que es cambiar no cambia, puesto que los premios tampoco te hacen cambiar tu ritmo de vida. Para mi el mejor premio es poder llevar tantos años y seguir motivado, eso sí que es verdadero premio. La gente tiene mucha importancia en este aspecto, toda la gente que se ha acercado y nos ha apoyado en el día a día, eso si que es un premio real.

 

En el año 2008 publicaste ETXEA, donde compartió escenario con diferentes personalidades del mundo de la música. ¿Qué significó para usted compartir escenario con artistas de tanto nivel como: Miguel Bosé,  Miguel Ríos, Víctor Manuel, Estrella Morente o Andrés Calamaro?

 

Etxea formó parte de una trilogía: Etxea, Kalea y Herria. Quise hacer un pequeño parón y hacer un pequeño homenaje a nuestra música popular. Quería compartir esto con otra gente de otros lugares que había conocido anteriormente. Colaborando con artistas como Juanes, con Pablo Milanés, con José Saramago que me hizo la introducción del disco o la colaboración de Atxaga. La verdad es que ha sido todo un sueño y un verdadero lujo. Es gente muy maja, que tiene mucho respeto a nuestra cultura y para ellos es un regalo grabar canciones tradicionales en Euskera. Ellos tienen verdadera pasión por la cultura vasca.

 

En noviembre de 2009 presentaó KALEA. En esta ocasión, viajaste al continente americano para encontrarte y grabar con multitud de artistas. En tu disco tomaron parte 82 artistas de 11 países diferentes entre los que destacamos cantantes como Juanes o Pablo Milanés. ¿Qué tal su experiencia en el continente americano?

 

Ha sido una experiencia muy interesante. Porque son países que te dan otra dimensión de tu propia tierra. Porque tú cuando vas a  Brasil o a Argentina te quedas realmente sorprendido de lo grandes que pueden llegar a ser. Ciudades tan majestuosas como Sao Paulo o Buenos Aires. Le das mucho valor a aquello. A nivel artístico es toda una maravilla, son culturas totalmente maravillosas, son muy poderosas culturalmente, son dimensiones inabarcables, que se nos escapan. Lo que llegas a conocer es muy interesante y conocer de cerca sus culturas es algo maravilloso.

 

¿Cómo es plasmar las notas de su trikitrixa en escenarios de ciudades tan espectaculares como París, Nueva York o Buenos Aires.

 

Intento dar todo lo que puedo en todos los escenarios a los que acudo a tocar. Tanto escenarios como teatros, da igual 500 que un millar de personas, siempre intento dar todo lo que puedo. La gente se merece todo y para mi es una sensación muy enriquecedora el crear, tocar y componer música para la gente. Siempre vas a tener un pequeño cosquilleo al salir a tocar, pero eso es un nervio bonito. El sentir ese nerviosismo, esa adrenalina al salir a actuar.

 

Además de apoyar la música vasca al otro lado del charco, ha participado  en diversas actividades culturales a favor del euskera como la Korrika, el Ibilaldia, Nafarroa Oinez, Herri Urrats etc. ¿Qué es para usted el euskera?

 

Yo creo que tenemos un patrimonio que hay que cuidar y mimar. Es un patrimonio de la humanidad y yo he intentado aportar a este patrimonio mi granito de arena. Como acabas de adelantar, he hecho canciones para el Ibilaldia, para la Korrika, para la escuela pública, para Marijaia o para el Athletic… Siempre que me han pedido colaborar he intentado apoyar, ayudar y fomentar la cultura de aquí.

 

Ahora que menciona el Athletic, tengo entendido que, además de la música, le gusta mucho el fútbol, ¿Qué significa para un bilbaíno como usted el Athletic Club?

 

Ha sido como una parte de la familia. El Athletic lo es todo, es algo que está muy metido en nuestra cultura. El tener una filosofía tan bonita y peculiar en este mundo tan complejo del fútbol es algo muy complicado hoy en día. Yo soy socio del Athletic y me parece un auténtico lujo haber aguantado y seguir estando en primera división. Nos ha hecho disfrutar mucho. El Athletic es algo más que un sentimiento y una emoción.

 

Sentimiento y emoción que también tendrá al recordar la cantidad de discos que ha publicado a lo largo de su carrera, ¿Cuales son los álbumes que más le han marcado en su carrera como músico?

 

Dentro de poco voy a sacar un pequeño homenaje a mi historia en el mundo de la música. Voy a cumplir 50 años y voy a celebrar 35 años en el mundo de la música. El disco se va a llamar "Trikitrixaren historia txiki bat". Lo voy a presentar en Rekalde, en mi barrio y cuento un poco el mundo y la historia de la trikitrixa a mi forma. A lo mejor este disco por ser el último que voy a publicar, igual es algo más especial. Pero para mi todos mis discos son importantes, puesto que integran una carrera, todo encaja. Es un tetris que encaja y vas construyendo toda una vida.

 

Una manera de acabar bien la larga trayectoría musical. Y a parte del nuevo disco, ¿Qué proyectos tiene en mente de cara a estos próximos años?

 

Como os he dicho anteriormente, voy a cumplir 35 años en el mundo de la música y van a hacer una exposición muy bonita sobre mi carrera en la Alhondiga. El 27 voy a dar un concierto en Bilbao con la orquesta sinfónica de Euskadi. Van a haber unas cuantas cosas. El 25 presento este libro-disco que os he comentado por lo que los meses de noviembre y diciembre estaré de promoción.

 

Por lo que veo, se ha pasado la vida luchando por la música vasca, ¿Cómo ve el futuro de la música vasca?

 

Cada uno somos motores en los nuestro. Si hay creadores y tiras, pues esto yo creo que puede seguir adelante. En este disco voy a actuar con las sorgiñak. Estas sorgiñak son 7- 8 chavalitas jóvenes, de unos 15-16 años y tienen mucha frescura, lo puede animar a la gente. Para mi la música vasca es totalmente esencial y necesaria para nuestra cultura, como son las humanidades en el sentido más amplio de la palabra y yo siempre voy a apostar por ello.  Que la gente baile, cante, vaya al teatro, al cine… Yo siempre voy a  valorar este mundo de la música. Yo seguiré intentando disfrutar de ella que es lo más importante.

 

A parte de luchar por la música vasca profesionalmente, lo hace en su escuela de música.

 

Es una escuela con la que empezamos hace mucho tiempo y en ella enseñamos a tocar la trikitrixa, la pandereta, la txalaparta, la gaita, las percusiones… todo lo referente un poco a la cultura vasca, y la verdad que es un proyecto muy cómodo y muy agradable.

 

Háblenos un poco de la ciudad donde ha vivido, ¿Qué le ha parecido la evolución de Bilbao en estos últimos 20 años?

 

El cambio que ha sufrido Bilbao es muy sorprendente la verdad. Ha habido momentos muy duros y muy oscuros en Bilbao. Pero el bilbaíno ha demostrado ese optimismo. Aquellos años de la ría, aquella época industrial… Bilbao para mi lo es todo, mi ciudad, mis amigos, mi familia. Dentro de la decadencia y la suciedad de aquella época, había otra belleza interior. Esta belleza, era la belleza que rodeaba a los bilbaínos como personas.

 

En cuanto al Casco Viejo, ¿Cuáles son tus rincones favoritos de las 7 calles? ¿Qué le enseñarías a un turista?

 

Mojarse a elegir cual es mi rincón favorito del Casco es algo muy difícil. Es como si te dicen que haber si prefieres el mar o la montaña, cada uno tiene su encanto particular. Intento sacar lo mejor de cada rincón. He vivido en casi todas las calles del Casco y para mi las siete calles son un todo. Visitar el mercado de la Ribera, el museo etnográfico, tomar algo en la plaza nueva, pasear entre calles viendo a la gente. Venir al teatro Arriaga a ver un espectáculo, darte un paseo por el Arenal… hay muchos rincones. Tenemos la suerte de tener una ciudad muy agradable y muy cómoda.

 

¿Tiene alguna ruta especial en el Casco Viejo?

 

Yo salgo muy poco. Suelo estar con mi familia, mis viajes y tampoco tengo mucho tiempo libre. Yo tengo otras rutinas y otra filosofía de vida. No paro. Muchas veces llego a casa y quiero estar tranquilo y con los míos, descansar. Me gusta acudir mucho al mercado, darme una vuelta y tomar algo tranquilamente.

 

 

 

 

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